miércoles, 10 de junio de 2009

Elecciones europeas. Un análisis desde la izquierda

Hay quien dice que, a juzgar por el abundante color azul que desde el domingo día 7 asola el viejo continente, la derecha ha ganado las eleccoines. Otros, por su parte, opinan que el triunfo de la derecha se debe a que los partidos que dicen represenatar a la socialdemocracia europea son tan retrógrados como sus azulados competidores. Y yo, desde mi humilde pero convencida opinión, creo que el planteamiento de la Unión Europea, basado en el mercado libre, alineado con organismos neoliberales como el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio o el Banco Mundial, así como la pretensión de disputar a Estados Unidos su posición de superpotencia son motivos suficientes para afirmar que la propia construcción de la Unión es ya reaccionaria.
Por consiguiente, dos son los puntos que hemos de tener en cuenta cuando abordemos la cuestión europea. El primero, que la derecha política la constituyen, entre otros, tanto el grupo popular como el grupo socialdemócrata. El segundo, que la UE, basada en el neoliberalismo y en la unión artificial de pueblos, es un producto que nace de la necesidad capitalista de centralizar el dominio económico, político, geográfico y militar.
En este sentido, el papel que juega en el Parlamento el partido de la Izquierda Europea, donde se integra Izquierda Unida, no tiene especial relevancia, ya no por el carácter reformista de las organizaciones que lo integran, sino, como hemos dicho, por las mismas limitaciones del proyecto europeo, las cuales están relacionadas bien con los objetivos, bien con instituciones como el Parlamento, que no tiene capacidad para proponer iniciativas y que legisla siempre de la mano de otro organismo que no ha sido legitimado de manera directa en ninguna elección.
Lo realmente preocupante de esto es que la UE, con su absoluta falta de democracia y transparencia, tiende a ser nuestro "Estado" de referencia (ése es el fin último, o al menos eso pone en el papel). La desregulación del mercado laboral o la capacidad de retener hasta 12 meses a los inmigrantes "ilegales" sin someterlos a ningún tipo de juicio se presentan como pistas que nos ayudan a ver hacia dónde avanza este proyecto. Otras políticas, como la implantación de las 65 horas semanales de trabajo (que pretende desvertebrar el ya maltrecho movimento sindical mediante la "libre" negociación entre el asalariado y el empleador), han sido rechazadas, ésta concretamente por el Parlamento Europeo. Sin emabrgo, no debemos confiarnos, pues la propia naturaleza de la UE tiende hacia este tipo de medidas. Además de que, a pesar de lo que se pueda pensar, el Parlamento no es donde se toman las decisiones verdaderamente importantes.
Si atendemos a lo hasta ahora dicho, resulta paradójico ver cómo la izquierda marginal sigue empeñanda en participar en este tipo de elecciones. En España, las candidaturas más relevantes a la izquierda de IU (Izquierda Anticapitalista, Iniciativa Internacionalista y Partido Comunista de los Pueblos de España) no han conseguido grandes resultados. De hecho, si sumásemos los votos de IU con los de estas tres candidaturas y otras tantas aún más minoritarias a penas se habría superado el 5% de los votos.
Creo que la izquierda poítica real existe, como también existe una gran masa que por sus circunstancias es potencialmente de izquierdas. Por lo tanto, en mi opinión, una primera solución residiría en la unificación por ramas de la izquierda política para consolidar organizaciones políticas más grandes y estables. Una vez hecho esto, estas agrupaciones deberán introducirse en los movimientos sociales, vecinales, en los lugares de trabajo, de estudio ,etc para hacer de las luchas cotidianas una oportunidad de crear conciencia de clase, de organizar y "educar" políticamente ese malestar. En resumen; organización para provocar el conflicto y la desestabilización, eso es lo que debemos buscar en un primer momento ¿Y después? Ya veremos.

3 comentarios:

Charly Rodriguez dijo...

buen post. aunque se nota a la legua que eres un jodido facha...

;)

Saludos subcomandante

Andres Sevillano dijo...

A ver Felix... Para empezar una revolución, se necesita gente que esté dispuesta a morir por lo que defienda. Y sinceramente excepto tu, yo y algún otro loco, no hay nadie que quiera, porque la gente está muy acomodada en su clase media, planificando sus tan ansiadas vacaciones o absorbidos en un trabajo para planificarlas luego... Como leí en algún sitio: Provoca malestar y pobreza, y obtendrás una oportunidad para cambiar el mundo a tu gusto.

Félix dijo...

Sí Andy, pero esa "clase media", ahora en peligro de extinción, existe gracias a luchas históricas-siempre acompañadas de violencia- con las que se han conseguido cosas como los sindicatos, las 8 horas, cierta regulación laboral, sanidad y educación públicas, pensiones, salario mínimo o subsidios. Esto o se le ha arrancado al capitalismo, o éste lo ha concedido para evitar males mayores. Otras veces, el bienestar de aquí se debe al expolio realizado al otro lado del charco. Quizá la gente no esté dispuesta a morir por nada (yo tampoco eh!), pero si se lograra explicar bien por qué tenemos lo que tenemos, qué podemos perder con el asentamiento del neoliberalismo europeo y qué podemos ganar caminando en la otra dirección, puede que las cosas fuesen algo diferentes.